
Nuestro Padre Jesús Caído / RAFA ÁVALOS
Aunque tiene su origen como en el resto de España en torno al Concilio de Trento, con el espíritu de la Contrarreforma, allá a mediados del siglo XVI, las verdaderas raíces de la Semana Santa de Córdoba son otras. La celebración religiosa con procesiones en la calle tal y como la conocemos hoy en día comienza en 1849. Entonces, después de tres décadas sin salidas, las hermandades recuperan, poco a poco, la tradición.
El motivo de esta circunstancia, y de que, por ejemplo, la Semana Santa cordobesa esté ‘sevillanizada’, es el obligado y complejo resurgimiento de las cofradías después de tres décadas sin estaciones en la capital. Dicha ausencia de procesiones, salvo la oficial del Santo Entierro, se debió a un dictamen episcopal conocido como edicto de Trevilla. Y esto en medio de una profunda crisis tras el expolio patrimonial por parte de los franceses.
Sobre este asunto publiqué un reportaje, titulado El verdadero origen de la Semana Santa Cordobesa, en El Cirineo de Córdoba /Cordópolis (31-03-2015). En él abordé el verdadero nacimiento de la actual celebración en la ciudad de la mano de Enrique León, hermano mayor del Santo Sepulcro entre 2011 y 2021 y pregonero de 2012. León es además arqueólogo y docente.