
Ruiz Otxoa, en el partido ante el Badajoz en 2000 / MADERO CUBERO (ABC)
La memoria colectiva revive aquellos días quizá con una ligera confusión. Yo también recuerdo la visita al Vicente Calderón. Me es fácil rememorar el partido con el Atlético de Madrid. El duelo se producía después de casi tres décadas. Para muchos, además, era la primera vez en que tenía lugar, aunque no la primera vez en el desaparecido estadio junto al Manzanares. Terminó el encuentro con empate a uno y es cierto que el regreso a Córdoba fue con el liderato, pero no fue ese día cuando se alcanzó el primer puesto. De Segunda A, por cierto, que no era un asunto baladí en ese momento.
El 22 de octubre de 2000 fue cuando en realidad el Córdoba CF -“el Córdoba” en adelante- se colocó al frente de la clasificación. De una categoría en la que apenas llevaba una temporada después de más de 16 años de ausencia. La afición encaró ese día con una ilusión extrema. Al menos yo lo recuerdo así, desde la perspectiva del muchacho de 15 años que era yo. El conjunto blanquiverde llegaba a la octava jornada del campeonato 2000-01 tras encadenar cuatro victorias. Se encontraba segundo, en zona de ascenso -entonces sólo lo había directo para los tres primeros-, y a sólo dos puntos del líder: el Sevilla, nada más y nada menos.
Aquella tarde el Córdoba recibía al Badajoz en El Arcángel y se respiraba un ambiente un tanto festivo porque, aunque fuera difícil, podía conseguirse un hito. Y eso para no pocos aficionados, de distintas generaciones, no era poco. Acostumbrados a luchar en Segunda B, e incluso en Tercera… El conjunto blanquiverde, dirigido por Pepe Escalante, mantuvo la línea de buen juego que había mostrado en los anteriores partidos y obtuvo los tres puntos con justicia y relativa tranquilidad. Al tercer minuto se adelantó gracias a un gol de Juanito. Después hubo que esperar, eso sí, al 89′ para que Manolo (López) certificara el triunfo con el 2-0.
Pero la alegría no se tornó en fiesta definitivamente hasta confirmar que el Sevilla sufrió un tropiezo ese domingo: empató ante el Getafe (1-1) en el Sánchez Pizjuán. Con ese resultado, el Córdoba igualaba a 17 puntos con el cuadro hispalense. Y fue la diferencia de goles lo que transformó al conjunto blanquiverde en el mejor de Segunda A en esa jornada y al menos durante una semana. Es cierto, en la siguiente fecha del campeonato el equipo de Pepe Escalante sumó en el Vicente Calderón y salió de Madrid como líder. Sin embargo, lo que hizo ante el Atlético fue mantener la primera posición.

No fue el partido ante el Badajoz más que la ratificación de un magnífico momento del Córdoba. Porque el liderato comenzó a gestarse unas jornadas antes, en la cuarta. A ese instante de la temporada llegó el conjunto blanquiverde con apenas dos puntos, sin haber ganado en las tres primeras, y con el tradicional ‘runrún’ en torno al banquillo. Las dudas se disiparon en parte al vencer ajustadamente al Real Jaén (1-0). La victoria en el derbi regional apenas resultó un alivio, todavía restaba mucho por hacer para huir de la parte baja de la clasificación. Quizá lo que nadie esperaba es que no sólo escaparía del peligro sino que se alzaría a lo más alto.
Tras superar al Real Jaén, el Córdoba se impuso en un estadio todavía temido, ante un rival aún considerado de rango superior. Ganó al Compostela en el Multiusos San Lázaro (0-1). Pero en la ciudad se contuvo la euforia. Sobre todo porque el siguiente rival era un recién descendido. Y no cualquier recién descendido. El Real Betis pondría a prueba la progresión del conjunto blanquiverde en unos días. Lo cierto es que incluso la fortuna sonrió al equipo de Pepe Escalante, que venció merced a un gol en propia puerta de Luis Fernández (0-1). De repente, la zona noble de la tabla parecía ser un objetivo realista.
Una semana después, el Córdoba, crecido, volvió a vencer. Lo hizo otra vez en tierras gallegas, en un A Malata que hacía menos de año y medio fue escenario de una dura derrota -5-0 en el play off de la temporada 1998-99, del que ya hablé-. El Racing de Ferrol cedió por 0-2 y el conjunto blanquiverde acariciaba un liderato que consiguió tras aquel triunfo ante el Badajoz. Cinco victorias consecutivas y sin recibir gol… La afición vivía un sueño, si bien éste fue efímero: sólo dos jornadas estuvo el equipo de Pepe Escalante, que fue destituido tiempo después, a la cabeza de un campeonato en el que estaban, ojo: Atlético, Sevilla, Betis, Tenerife, Sporting o Levante. El ascenso quedó bastante lejos al cierre de la campaña…

ALGUNOS DATOS
- Ante el Badajoz, el Córdoba compitió de inicio con Leiva, Ruiz Otxoa, Juanito, Soria, Robert, Tena, José Mari, Montenegro, Melgar, Manolo y Sívori. También jugaron Óscar Ventaja, Espejo y Ramos.
- El cuadro califal no era líder desde diciembre de 1974, temporada 1974-75: lo fue, curiosamente, empatado a puntos con el Sevilla
- Con el Badajoz fue titular Xavi Moro, que vistió de blanquiverde en las temporadas 1996-97 y 1997-98.
- También estuvo en el once inicial del conjunto blanquinegro Sandro, que después militaría en el Córdoba: en la temporada 2002-03.
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