
Ermita de San Saturio, en Soria / RAFA ÁVALOS
En el recorrido De viaje en forma de breves documentales fotográficos, retomo este domingo el apartado de visita visual “al detalle”. Tras arrancar con la catedral de San Antolín de Palencia, la Bella Desconocida -y ahora la Bella Reconocida-, invito a viajar hasta Soria.
A la ribera del Duero, en un espléndido natural, se sitúa la ermita de San Saturio. Es quizá la más clara muestra de que Soria es una ciudad por descubrir, con un patrimonio más que interesante. En este caso, se trata de un edificio de carácter religioso cuyo origen se sitúa en una gruta. A partir de ahí se erigió un pequeño santuario realmente fascinante: el ascenso se realiza en el interior de un roquedal, que también forma parte de muros y techos. Ésta es otra visita que merece la pena si uno va de ruta por Castilla y León.
Para más apuntes, dentro vídeo. (Información para visitantes en la web de la Oficina de Turismo de Soria.)