
Cristo del Otero, en Palencia / RAFA ÁVALOS
Turismo no siempre es sinónimo de sol y playa. Hay otras opciones. Una de ellas es la visita, más o menos al detalle -depende de cada cual-, a una determinada ciudad. Y conocer, de esa forma, su historia y la filosofía de vida de su gente. Todo, a través de monumentos, museos, gastronomía… Si uno sabe disfrutar de cada uno de los aspectos del lugar elegido para pasar unos días, tendrá la oportunidad de ampliar su perspectiva, de crecer en cierto modo. Es lo que un servidor procura en sus viajes, lo que queda reflejado en De Viaje. Una sección que retomo para continuar con el trayecto por Castilla y León, esta vez con un breve documental fotográfico sobre Palencia.