
Papeletas para el Senado en las elecciones generales del 10-N de 2019 / EFE
Su reparto es probablemente uno de los aspectos de los que menos se conoce entre la población. ¿Cómo se realiza? Pues de una forma mucho más compleja que con el Congreso de los Diputados. En parte es a nivel provincial, ya que éstas son de nuevo las circunscripciones, pero también en plano autonómico. Del primer apartado surgen los electos y del segundo, los designados por las asambleas y los parlamentos de las comunidades. El número de habitantes en cada territorio otorga más o menos escaños a una cifra fija en cada caso, como quedó expuesto en el anterior reportaje.
Más allá de eso, resulta de interés la explicación sobre el método de asignación de los senadores mediante voto. En este sentido, existen dos diferencias sustanciales con la participación en las urnas de cara al Congreso. En la otra cámara la lista es cerrada y en ésta, abierta. ¿Qué quiere decir esto? En el primer caso se escoge un partido y de ahí, según cuantía de papeletas y bajo el sistema D’Hondt, salen los diputados. Sin embargo, en el segundo caso se eligen directamente los representantes, que pueden ser de distintos partidos.
De entrada, las papeletas son de color sepia y presentan un tamaño bastante mayor, a modo de folio e incluso de más tamaño. En ellas aparecen los nombres y apellidos de los candidatos de los partidos en concurrencia. Normalmente, son tres los que están en cada lista. Y tres son los que cada persona tiene opción de elegir mediante cruz en los recuadros dispuestos para ello. El votante puede cerrar su selección dentro de una formación o señalar preferencias de distintas. Por ejemplo, una señora de Gijón (Asturias) marca dos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y uno de Sumar.
Para que se vea con más sencillez…
Elección directa por número de votos
La otra diferencia respecto de la elección de diputados es que no se emplea el sistema D’Hondt sino que se recurre al recuento de votos sin más. Es decir, en cada provincia, que si es peninsular cuenta con cuatro senadores, se asignan los escaños a quienes más apoyo reciben por parte de los ciudadanos. Pero, ¿cómo se realiza ese proceso? Al no ser papeletas de lista cerrada -de partido sin más- sino abierta -por candidatos-, la revisión se hace en base al respaldo que obtienen los diferentes representantes de las formaciones.
Por ejemplo, si un miembro de la candidatura del PSOE en La Rioja logra el mayor respaldo de la circunscripción, se convierte en el primer parlamentario electo. Por usar una referencia: es el mejor con 31.000 votos. Puede darse la situación de que aunque otros dos senadores sean socialistas, el segundo en conseguir asiento en la cámara sea de otro partido. Esto es si se sitúa con 30.000 comicios y el siguiente de la primera formación cierra con 29.000.