
Es uno de los aspectos con más críticas negativas en España en cuanto a traducción de resultados en representación en el Congreso. Porque no pocos no entienden cómo un partido con menos votos que otro, puede obtener más escaños. Suele culparse, en este sentido, al sistema D’Hondt, explicado en un reportaje anterior. Lo cierto es que la situación que muchos consideran, unas elecciones generales tras otras, está causada por el régimen de elección: esto es la división en circunscripciones provinciales, que se abordó de inicio en esta sección.
Habitualmente, surgen las voces que expresan la necesidad de cumplir esa máxima de “una persona, un voto”. Si no imposible, lo resulta casi la exacta proporcionalidad. La opción de conseguirlo de forma altamente aproximada es reformar la legislación electoral para que la determinación de diputados sea mediante circunscripción única. Es decir, el reparto se realiza en conjunto y no por territorios. Y ni siquiera haría falta variar el método ya mencionado. Simplemente, el dato total de cada formación vendría a dividirse entre los 350 escaños en juego.
Aunque no sería obligado llegar a tanto. Pero para que se comprenda. Dicho de otro modo, no se elegirían 37 parlamentarios en Madrid, siete en Pontevedra o sólo uno en Ceuta, por ejemplo. Todos los votos entrarían en un proceso global, sin que exista un condicionamiento provincial, y ninguno, como sucede en apariencia -y en realidad-, tenga menos valor que otro. Las diferencias serían notorias en algunos casos, pero no en general; éste es un primer detalle a destacar.
Si hubiera circunscripción única, el 10 de noviembre de 2019…
A modo de breve exposición: aparecen los que hasta las últimas elecciones generales eran las cinco formaciones principales del panorama político español. A ellas se suma Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) porque consiguió en esa cita más escaños que Ciudadanos (Cs), uno de los que componían el grupo anterior. Se observa, dicho esto, que uno de los más perjudicados por el actual sistema fue el partido naranja. Obtuvo sólo diez representantes y en una circunscripción nacional habría logrado 24 -tendría 14 más hoy por hoy-.
Segundo detalle a matizar pues a nivel popular se piensa que el reparto por provincias beneficia a las formaciones nacionalistas o regionalistas. De hecho, existe la creencia, falsa como se va a ver, de que esos partidos son “premiados” en el régimen vigente. Y como contrapunto, la división de votos para el Congreso en la totalidad del país, les restaría presencia. No es así, la diferencia, en conjunto, de estas listas sería mínima: tres escaños menos. Ahí no se incluye Teruel existe, que debe tenerse como provincial.
Para que se vea al completo y con más sencillez…
¿Entonces, cómo afecta el cambio? Es fácil, los dos partidos mayoritarios, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP) son los que consiguen más recompensa, por así decirlo, de las circunscripciones provinciales. A los datos hay que remitirse, mostrados en el gráfico: los socialistas tendrían hoy 18 diputados menos y los populares estarían 13 por debajo. Se trata del tercer detalle esencial en este relato: se reduce mucho el principio de ventaja para el vencedor. Como curiosidad, el Partido Animalista Con el Medio Ambiente (PACMA) podría haber alcanzado tres escaños el 10 de noviembre de 2019.